lunes, 18 de octubre de 2010

El Parnaso de obsidiana.


Y esta noche, en tu alcoba, lluvia privada de tinta.
¡Nunca me perdones, no me des tregua alguna!
Que habiendo yo quebrado el alba,
los más aciagos recuerdos husmean por las fisuras.

Tiembla la estrella fugaz...
¿Quién te dijo que es frágil la brisa?
Mira al cielo si no me crees,
mira al cielo y verás que hasta la noche se ruboriza.

Ahora que sabes que el poeta revuelve cajones,
difunde decadencia, clama al gozo, enturbia el alma,
ahora que sabes quién soy cuando estoy cerca,
ahora que me sientes...

... me echas de tu cama.

viernes, 8 de octubre de 2010

La encontré


La encontré
haciéndose el amor bajo un oleaje de tela.

Incluso la osada brisa vacilaba al rozarla
por no ser digna de tal sutileza.

La encontré
con un brillo gris en la mirada.

De zafiros y esmeraldas,
perlas vertía en vez de lágrimas.

La encontré
y me invitó a sentarme a su lado.

Tuve miedo, no lo niego,
pero de sus labios bebí un veneno jamás probado.

La encontré
entonando un "me quiero" "no me quiero".

Deshojando una fría y espinada rosa,
llorando a cada sesgo, riendo al mismo tiempo.

La encontré
y no pidió más que silencio.

Consuelo pedí yo,
y ahora guárdome en su pecho.