tag:blogger.com,1999:blog-33886978531701141142023-11-15T16:29:47.916+01:00Brisa de OctubreJ. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.comBlogger33125tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-39003400971423136752011-08-24T14:19:00.006+02:002011-08-24T14:32:47.932+02:00Para morir cada noche nacimos.<br><span style="font-style:italic;">Mi torpe tributo a Jorge Luis Borges en su 112 cumpleaños</span>
<br />
<br />Algunos lo hacen con sosiego,
<br />Otros sin aviso nos despiden,
<br />Y aunque esto sea un poco morir,
<br />Yo no habré vivido si te espero.
<br />
<br />Tu aire, tu porte y tú,
<br />El triste corazón que hieres,
<br />Las curtidas manos que te quieren,
<br />Sabias y recelosas ya no esperan
<br />Sino la muerte de quien las hizo
<br />Borracho a imagen y semejanza,
<br />Puede ser;
<br />Borracho de sed y esperanza
<br />Me dijo una vez.
<br />
<br />Tintineo de aires,
<br />Devenir de tempestades.
<br />
<br />¿Me amarás esta noche?
<br />No lo hagas por la mañana,
<br />No persigas más la muerte,
<br />Que la piel se vende cara
<br />Cuando es de amor la marejada.
<br />
<br />El espíritu se pierde en la brisa
<br />Si no es avezado marinero.
<br />Es un mar de calma y rabia,
<br />Un pasaje traicionero
<br />Que se cuelga en las pestañas.
<br />Mi esencia nació en el oleaje
<br />Y del agua es prisionero,
<br />Con lágrimas de hiel ardiendo
<br />Ahora danza, en armonía,
<br />Con el más colorido viento.
<br />
<br />De la muerte vive.
<br />
<br />¿Libertad?
<br />No, no la quiere.
<br />5 minutitos más.
<br />
<br /><span style="font-style:italic;">
<br />"Sentir que la vigilia es otro sueño
<br />que sueña no soñar y que la muerte
<br />que teme nuestra carne es esa muerte
<br />de cada noche , <span style="font-weight:bold;">que se llama sueño</span>".</span>
<br />
<br />Jorge Luis Borges / <a href="http://amediavoz.com/borges.htm#ARTE%20POETICA">Arte Poética</a>
<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-6338680472261959852011-08-22T12:06:00.003+02:002011-08-22T12:23:15.409+02:00Memorias de Aurora Navas, memorias sepultadas.<br><span style="font-style:italic;">Quiero compartir las memorias que mi tía Aurora Navas, con mucho cariño, tuvo a bien regalarme para mi proyecto de investigación sobre el Campo de Concentración de Castuera. Agradezco el presente como uno de mis mayores tesoros, pues comprendo el dolor candente que aún late en su interior al acordarse de la fatídica época que le tocó vivir en su infancia.
<br />
<br />No pretendo otra cosa que remarcar la importancia de la memoria, de recuperarla de quienes la robaron antaño y de quienes tratan de mantenerla sepultada ahora.
<br />
<br />Desde mi humilde aportación, desde este, mi pequeño rincón: GRACIAS a todos los que, como mi tía, luchan aún incansables por la justicia, por la ocasión de hacer el homenaje más honroso a quienes murieron bajo la tiranía, por la recuperación de la memoria histórica; POR NUESTA MEMORIA.
<br />
<br />Cuando no se tienen rifles,
<br />las palabras son las armas.
<br />No, no es poesía,
<br />pero es alma.</span>
<br />
<br />___________________________________________________________
<br /><span style="font-weight:bold;">
<br />Año 1939</span>
<br />
<br />De aquel tiempo tengo mi primer recuerdo nítido con sensaciones y sentimientos. Últimos días de Marzo de 1939. Es un vagón de tren, la plataforma de un tren de mercancías. Había allí muchas personas apretujadas que caían sobre mi cuando el tren se movía bruscamente. Un hedor de ganado, suciedad y excrementos, a pesar del viento frío de la noche, nos invadía. Hacía mucho, mucho frío. Yo iba sentada sobre las piernas de una mujer y ambas nos cubríamos con un “toquillón” negro. El calor humano y su olor debajo del mismo amortiguaban el hedor y el frío exterior. A través de la ranura que me permitía respirar veía como a la oscuridad de la noche, sucedía la claridad del día. Apenas me daba cuenta de por dónde circulaba aquel tren, tan pequeña era la ranura…
<br />
<br />Después, la llegada a la estación de Castuera.
<br />
<br />Había mucha gente cuando llegamos. Los gritos estridentes, los empujones, aquel desconcierto me paralizaban. Yo buscaba la mano de un familiar a la que unir la mía. Fue la primera vez que sentí miedo. Ese miedo que me acompañará mientras viva… Después, la penosa marcha hacia el lejano pueblo, andando, agarrada a la falda de una mujer que ocupaba sus brazos con hatos de ropa. ¿Mi abuela? ¿Una de mis tías? Aquella larga caminata hacia lo desconocido, mi afán de agarrarme a alguien que me guiara es el fiel reflejo de lo que ha sido mi vida. Y, aunque no me diera cuenta entonces, allí, en la estación, empecé a perder a mi madre.
<br />
<br />Mi madre, Matilde Morillo Sánchez, desempeñaba el cargo de maestra en Daimiel (Ciudad Real), el curso 1938 – 1939. Allí marchó con sus tres hijas. Poco después, toda la familia la acompañaba para apartarse de los últimos combates que se desarrollaban en la Serena.
<br />
<br />Cuando Daimiel fue ocupada por las tropas rebeldes, mi madre fue destituida. Mi padre, que estaba en el frente con el ejército republicano, volvió para proponerle que marchara con él. Tenía la esperanza de llegar a Valencia y allí, embarcar para Francia, la guerra estaba ya perdida. En un principio dudó, incluso hizo una bolsa, aprovechando una alfombra, para llevar los enseres de mi hermanita (siete meses), única que los acompañaría. Finalmente, pudo más el amor a sus otras hijas, a sus ancianos padres y a sus desvalidas hermanas y decidió no seguir a su esposo. Así se separaron para siempre.
<br />
<br />Sin temor, pues nadie en la familia pertenecía partidos políticos, excepto mi padre, volvimos a Castuera. En la estación esperaban un grupo numeroso de falangistas y dos mujeres que identificaron a mi madre y, en un camión, se la llevaron. Nada importaron los ruegos y llantos de la familia.
<br />
<br />Al llegar al pueblo, vieron con asombro que las casas de la familia habían sido requisadas.
<br />
<br />Al anochecer de aquel día, después de hacer múltiples gestiones para liberar a mi madre y recuperar, al menos, una de las casas, impotentes, la familia se disgregó y marchó a casas de parientes que tuvieron el corazón y la valentía de acogernos.
<br />
<br />Dos días después, mi madre fue liberada aunque debía presentarse cada mañana delante de las autoridades para declarar. La noche del siete de Mayo de 1939, dos convecinos fueron a buscarla. Eran las doce de la noche. Mi madre amamantaba a la niña, la puso en los brazos de mi abuela, se quitó el reloj de pulsera, lo entregó a su hermana diciéndole: “Quiero que se lo entreguéis a mis hijas como recuerdo”. Salió de aquella casa custodiada por aquellos… Sus hermanas, dos de ellas, la seguían hasta la Casa Consistorial, en donde estaba la cárcel. Al entrar volvió la cabeza y miró, por última vez, a sus hermanas, que intentaron, en vano, acompañarla. Allí quedaron, escondidas detrás de la iglesia viendo cómo mi madre fue conducida al piso alto y cómo era vejada hasta que, descubiertas, fueron conducidas, encañonadas a la casa en que estaban acogidas. A la mañana siguiente, mi abuela fue con mi hermanita en brazos y nadie pudo darle razones de su paradero…
<br />
<br />Mi abuelo, su padre, murió cuatro días después de aquella trágica noche, clamando el nombre de su desgraciada hija. Tampoco sabemos donde lo enterraron porque no dejaron salir a su mujer ni a sus hijas… Desde entonces, desde hace setenta años, la buscamos. Primero en silencio; luego, abiertamente… Seguimos buscándola los que vivimos aún.
<br />
<br />Mi padre, Antonio Navas Lora, destacado socialista y sindicalista, Jefe de Correos entonces, consiguió llegar a Alicante. Allí embarcó en el Stambrook acompañando y padeciendo las peripecias de los “pasajeros” del mismo. Triste, destrozado, desesperanzado (aún no sabía el trágico final de su joven esposa) comenzó un incierto y duro exilio que además fue largísimo.
<br />
<br />La familia nos guardó el secreto de lo ocurrido durante años para protegernos, sufriendo en silencio, soledad y miseria, pero sin abandonarnos, hasta que dejaron este mundo.
<br />
<br />Se cree que los niños no comprenden nada de lo que pasa entre los mayores; yo comprendía entonces que algo terrible acababa de sucedernos y a la pregunta inocente que hacía a mis tías: “¿Dónde está mi madre?” respondían llorando, pero con firmeza: ”¡Las niñas se callan!”…
<br />
<br />Me pides, querido José Cándido, que te cuente “algo” sobre el Campo de Concentración de Castuera y nada sabría de él a no ser por el magnífico libro que el historiador, Antonio López, ha escrito. Admiro a todas las personas que, como A. López o tú mismo, se dedican a investigar esa parte de nuestra Historia que, intencionada y machaconamente, nos aconsejan que olvidemos. Yo pienso que para olvidar algo hay que conocerlo previamente.
<br />
<br />Quiero contribuir, desde mi modestia, a esa tarea contándote sencilla y honestamente. Así te lo contaría tu abuela, cómo vivió una niña, hija de los vencidos, el periodo de tiempo en que funcionó dicho campo (Marzo 1939 / Marzo 1940). Son recuerdos, reflexiones sobre los mismos y pinceladas sobre la vida de mis padres, que, tal vez, puedan ambientar el trabajo riguroso y serio que te propones hacer.
<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-22883239583149050792011-07-31T21:36:00.004+02:002011-07-31T21:42:33.599+02:00No es un poema de amor; ni siquiera es un poema<br>Sin más adorno que tu esencia,<br />por estar aquí pensada,<br />vengo a hablarte desalmado<br />del porqué de mis palabras.<br /><br />Los latidos de mi puño,<br />que inertes son contigo,<br />se tornan frágiles,<br />pero fuertes si te has ido.<br /><br />El festejo de los locos<br />(que a dentelladas se distraigan)<br />rifa notas de trompeta;<br />triste tormenta las baila.<br /><br />Nace de tus ojos mi anhelo.<br />De tu ausencia, el valor.<br />Porto asta sin bandera,<br />penas cargo con dolor.<br /><br />Las palabras que tú esperas<br />se agarran al alma<br />temerosas del aire<br />y de ti, de tu calma.<br /><br />Si las aliento a salir<br />por las paredes de mi cuerpo,<br />de tanto que se aferran,<br />me desgarran y muero.<br /><br />Ya una vez las entregué,<br />a medias las devolvieron.<br />Mil remiendos las sujetaban<br />pero se fueron descosiendo.<br /><br />No pruebes mis besos,<br />tampoco mis abrazos huecos,<br />no confíes en mis palabras<br />o compartirás mis tormentos.<br /><br />No es un poema de amor;<br />ni siquiera es un poema.<br />Pero cuando escribo<br />es tu rostro el que aparece...<br /><br />Y me quema.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-89568634980428177772011-06-22T03:04:00.004+02:002011-07-01T03:21:27.542+02:00Crueles ojos los que no miran.<br>Si sacaran tus entrañas,<br />ley entre poetas permitida,<br />volverías aún por amores impedido<br />a salvar secretos de tu vida.<br /><br />Nadie ya te acuna<br />entre brazos ni ropajes.<br />Nadie soporta el duro roce<br />de tus dedos, cual alfanjes.<br /><br />Menester es que vuelvas<br />a las raíces de tu sangre<br />y tú mismo veles por tus letras,<br />que si no no lo hará nadie.<br /><br />__________________________________________<br /><br />Lejos queda ya el otoño<br />que vio nacer, con paciencia,<br />a este loco acostumbrado<br />a soliloquios sin audiencia.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-88961346734135762002011-05-22T16:37:00.013+02:002011-05-22T18:07:24.876+02:00En la plaza está mi amor. Y ahora...<br>Malos tiempos corren... por la comisura de tus labios.<br /><br />Se deslizan por tu boca inerme,<br />por el timón de tu garganta,<br />el manantial de tu risa,<br />respiradero de mi alma.<br /><br />¡Calla y bésame!<br />Celoso estoy de ese viento<br />que te toca y te azota.<br />Mejor no calles, pero ¡bésame!<br /><br />No pido tu amor,<br />no tiene sitio en mí<br />ni en este agreste corazón.<br />Quiero calma, quiero gritos,<br />un refugio de enterpierna,<br />locura, dulce desmesura.<br /><br />Quiero un mayo rojo pasión.<br /><br />___________________________________________<br /><br />Lo diré de otro modo.<br /><br />Quiero juventud que sangre.<br />Guerrilla urbana sin armas,<br />sólo gargantas.<br />Gargantas de hierro,<br />almas que canten,<br />manos cerradas que<br />agarran nada, ¡pero alzadas!<br /><br />No amenazan, sino claman<br />la esencia que, por otros,<br />antaño fue robada.<br /><br />Ya cambiamos el tintineo<br />de las monedas<br />por silenciosos bolsillos de chaqueta.<br /><br />Ya callamos el dolor<br />y lo disimulamos<br />con canciones y bostezos.<br /><br />Ya enviamos nuestra dignidad<br />en una botella vacía,<br />a través del inmenso mar.<br /><br />Ya probamos<br />el sabor de las lágrimas<br />y su húmeda caricia.<br /><br />Pero ahora...<br />Ahora no callamos.<br />Ahora sangramos.<br />Ahora clamamos.<br />Ahora pedimos lo que es nuestro.<br />Ahora somos revolución.<br />Ahora somos justicia.<br />Ahora somos la voz quebrada.<br />Ahora es cuando lo queremos, y<br />ahora es cuando lo haremos.<br /><br />Ahora, hijos de los vencidos, <br />es cuando cambiamos nuestra historia.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-45519621918218260012011-04-24T00:09:00.005+02:002011-04-28T18:40:37.500+02:00Sin capa, no hay abrigo. Sin abrigo, no hay poesía.<br>Pinta y guarda en sí un paisaje,<br />llora su pincel,<br />pero torna sus lágrimas de tinta<br />hacia su nívea capa de calma.<br /><br />La hiere, la mancha.<br /><br />Con silencio y sangre tejida,<br />con bordados bellos y esmerados,<br />de las minas del alma extraídos<br />sus hilos, ningún remiendo necesitaron.<br /><br />Ahora no enmudece, sino grita<br />el que antaño portaba la prenda.<br />De turbias musas desprotegido,<br />en purgatorio de ideas.<br /><br />Se agita, enloquece el enjambre<br />(Aflora lo maldito; lo bello nunca)<br />por el siniestro devenir<br />de gozosas mordeduras.<br /><br />Gozad, malditos. Morded.<br />_______________________________________<br /><br />Un temblor insatisfecho,<br />un roce distraído,<br />noches exentas de molicie,<br />de las deidades y sus desvaríos.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-80505413149283106562011-02-22T15:04:00.002+01:002011-02-24T13:51:28.768+01:00Anoche probé...<br>Tu cuerpo,<br />Tu cálido abrazo, mi falta de calma,<br />Firmes tus pechos, mis manos ávidas,<br />Sin límites, casi infinita, la cama.<br /><br />Tu boca se acercó a mis labios,<br />Entre alientos flotaron nuestros rezos.<br />Recogiste con tu frente mi reclamo<br />Y me consolaste con un beso.<br /><br />Onírica noche de consuelos.<br />Maldito albor inoportuno.<br />Tu níveo cuerpo aún flota en mi mente,<br />Tu libertino aroma aún ronda este aire oscuro.<br /><br />No recuerdo si logré tenerte,<br />Si pude tocarte, ojalá amarte.<br />Pero te sentí. Dentro, fuera,<br />Espléndida, rotunda en mi desastre.<br /><br />Pálidas estrellas me vigilan<br />Cuando de la luz me quiero esconder.<br />Trescientas palomas enloquecen,<br />Tercas, al ver volar mi Ser.<br /><br />____________________________________<br /><br />Me salva de mí cuando aparece,<br />Nublado y serio, rápido y voraz.<br />Me salva de todo cuando me ve<br />Transitando el turbio pedregal.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-2595198078029036782011-02-14T01:31:00.001+01:002011-02-14T01:31:28.228+01:00Dos almas y un grito.<br>Dos almas corrían, jugaban y soñaban en la cerrada noche. El apagado lamento de un trombón entre la bruma llegó hasta sus frágiles oídos y las hizo despertar. Como movidas por un resorte, sus inocentes miradas buscaron en la penumbra e inconscientemente sus pasos comenzaron a llevarlas en pos del dulce sonido del instrumento.<br /><br />Protegidas por el grueso manto de inopia que sus hombros portaban, avanzaron, entre risas cándidas y agudas, y pronto se vieron envueltas por la espesa niebla. No andaban, sino danzaban alegres al ritmo de los golpes de viento que el aire surcaban. Nada las asustaba mientras aquella fantástica melodía acariciase sus tímpanos, pero tras esos largos y placenteros minutos, las almidonadas notas del trombón se tornaron lúgubres, casi trágicas, y, poco a poco, cesaron.<br /><br />Un claro de luz se abrió paso entre la densa calígine y la sombra de dos oscuras figuras se dibujó a unos metros de sus angelicales ojos. El repentino cambio desdibujó las sonrisas de sus rostros y, desorientadas, se detuvieron. Las siluetas se movían frenéticamente y cayeron al suelo; estaban peleando. Las almas, impotentes y confusas, se dedicaron a ver impávidas la lucha mientras esperaban el desenlace para que continuase la música. <br /><br />Una de las figuras se levantó y, lentamente, se alejó perdiéndose entre la oscuridad. La otra, entre tímidos y leves movimientos, permaneció tendida. Mientras, Ellas esperaban que la música volviese a sonar para reír y bailar siguiendo su ignoto camino. <br /><br />Lo único que pudieron escuchar fue un desgarrador grito que rasgó el aire y taladró sus oídos para clavarse en lo más profundo de sus cristalinos corazones.<br /><br />Entonces, el apagado lamento de un trombón entre la bruma empezó a sonar, pero las contaminadas almas ya no pudieron oírlo, pues no estaban allí.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-4246140763516007932011-01-19T16:24:00.006+01:002011-01-19T17:39:04.612+01:00Decrépita epopeya de un joven caduco.<br>Mamá, ya no lloro.<br />Ahora sangro.<br /><br />Es la sangre la que colorea mis mejillas,<br />ya las lágrimas se secaron.<br />Las calles y la ansiedad me hicieron solitario,<br />¿pero qué hago sin ti?<br />Desordenadamente, soy aventurero.<br />Me pienso, te pienso y pienso.<br />Avanzo bajo los árboles y me encuentro conmigo,<br />al final del camino,<br />donde el sol no llega.<br /><br />..............................-¿Quién es ese?<br /><br />Coloreo senderos con lodo<br />y la vergüenza lastra mis hombros.<br />La habilidad de mis manos,<br />ahora toscas y heridas,<br />apenas puede darme de comer.<br />No hay ya piel que su caricia soporte.<br /><br />Soy el incómodo huésped<br />que nunca encontró el lugar,<br />que nunca haya cobijo,<br />que nunca entenderá.<br /><br />Me enloquece el sonido<br />de las hojas pisadas, de los pasos tristes<br />de transeúntes que pululan bajo mi ventana<br />y tuercen el gesto al verme.<br />Inútil primavera,<br />torpe oleaje del mar que los acuna.<br /><br />..............................-¿Para qué quiero estas manos?<br /><br />Viviendo muy al sur de un sueño alterado,<br />me delatan los ojos; anhelantes y hundidos.<br />La sombra de aquel sueño...<br />Entre la lluvia amontonada, el fuego es mío.<br />Se deshace y se pierde entre mis dedos,<br />y apenas puedo calentarme,<br />retener el recuerdo de su ardiente beso.<br /><br />..............................-¿Por qué me dejaste soñar?<br /><br />Una vieja canción azota mis cimientos.<br />Se tambalean, pero no caen.<br />Créeme, es peor la agonía de sus vaivenes<br />que morir bajo sus escombros.<br />Terca incertidumbre...<br />Yo no busco amor ni abrazos bruñidos.<br />Quiero el arrullo de alguna cama<br />que nuble amaneceres<br />y a la bestia calme.<br /><br />El verde temblor de los árboles<br />en la despreocupada madrugada,<br />donde me baño y empapo tan a menudo,<br />tiñe de blanco los senderos y barbechos.<br />Mis huellas se hielan y las consume el humo.<br /><br />..............................-Mamá, ¡no encontraré el camino de vuelta!<br /><br />Antes de marcharme,<br />remienda los jirones de mi abrigo<br />con el albo retal de la noche,<br />perfecto y solitario, redondo en su plenitud,<br />bien podrá guiarme por estos parajes.<br /><br />Mamá, ya no lloro.<br />Ahora sangro.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-28752040977645035472011-01-17T17:55:00.004+01:002011-01-17T18:47:47.882+01:00Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra,<br>Me rebelo contra las horas<br />y contra esa extraña niebla.<br />La noche se hace larga<br />y sus caras, eternas.<br /><br />¡Que ardan!<br />Que ardan y luchen sus cenizas<br />contra el aire más impuro,<br />¡que luchen por sus vidas!<br /><br />Su mirada estaba distraída<br />cuando mis dedos su boca rozaban,<br />Pero no eran mis caricias<br />por quien sus labios suspiraban.<br /><br />Pude verla desde aquí<br />durmiendo tras el vendaval,<br />arropada de otros brazos,<br />follando en mi funeral.<br /><br />Ahora sólo quedamos tú y yo, brisa.<br />Pobres y deshonrados,<br />con la voz arrugada,<br />nuestros besos ya olvidados.<br /><br />Llevaremos los retratos al desván<br />y allí el polvo los cubrirá.<br />¡Que ardan también!<br />Este Dorian Grey no volverá...<br /><br />Good Bye.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-18357442440727063522010-11-03T02:37:00.005+01:002010-11-03T13:48:52.276+01:00Viento en cama y siempre en vela.<br>Tu nombre en la playa.<br />Una ola hambrienta, muy hambrienta (¡no tarde!).<br /><br />Un recuerdo,<br />sólo un puto recuerdo, tras otro...<br /><br />Caricias, cariños, besos, miradas, calor.<br />Hablo de besos sinceros (ya sabes). <br />Cada noche, cada golpe,<br />cada nota y cada acorde.<br /><br />Tu cara vuelve,<br />mis manos envuelven<br />nada. <br />(un ligero aroma, tal vez)<br /><br />Me desespero y grito<br />¡ay! sólo ¡ay!<br />Hay preguntas que no dejo de lanzarme.<br />Todas con respuestas,<br />ninguna quiero darme.<br /><br />¿A quién culpamos, amada mía?<br /><br />Busco el fuego y hayo el frío.<br />Helo aquí, ante mí. Burlón y abrasador.<br />Ahora es cuando río, <br />la risa amarga del Uno sin el Dos.<br /><br />¡Qué triste y cabrón es el delirio que hoy que me azota,<br />qué mortal el miedo que me arropa!<br />Vístete de seda y endulza mis palabras,<br />(una última vez, mujer)<br /><br />que estas manos encalladas<br /><br />apenas pueden ya coger<br /><br />el vuelo de una falda.<br /><br /><br />Entre tus piernas, un puñal. (gélido y ligero)<br />En mi pecho... ¿Qué más da? (gélido y austero)<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-31812649771872432622010-11-01T18:24:00.010+01:002010-11-01T19:29:27.707+01:00Más brilla la infancia que el diamante...<br>Al compás de graves voces<br />y de un alma perturbada,<br />sobre el niño cae la noche,<br />sobre sus brazos, un arma.<br /><br />Sus ojos piden respuestas,<br />sus labios juran silencio.<br />Ante el Señor de la Guerra<br />bien ocultará sus miedos.<br /><br />Por el precio de un diamante<br />la inocencia es arrancada y,<br />bajo un "tú sigue adelante",<br />se presenta la batalla.<br /><br />Con las dos manos y sin ver<br />sostiene ante sí dos almas.<br />El gatillo se torna juez<br />y decide arrebatarlas.<br /><br />"Una aquí muere - se dijo. -<br />Otra corre peor suerte.<br />Que si un padre pierde un hijo,<br />la culpa es mía por siempre".<br /><br />Amanece en la trinchera y<br />en nadie haya el consuelo.<br />Nadie que le respondiera<br />quién se ríe desde el cielo.<br /><br /><a href="http://www.intermonoxfam.org/es/page.asp?id=429">http://www.intermonoxfam.org/es/page.asp?id=429</a><br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-14846802559026163662010-10-18T05:21:00.000+02:002010-10-18T06:04:31.640+02:00El Parnaso de obsidiana.<br>Y esta noche, en tu alcoba, lluvia privada de tinta.<br />¡Nunca me perdones, no me des tregua alguna!<br />Que habiendo yo quebrado el alba,<br />los más aciagos recuerdos husmean por las fisuras.<br /><br />Tiembla la estrella fugaz...<br />¿Quién te dijo que es frágil la brisa?<br />Mira al cielo si no me crees, <br />mira al cielo y verás que hasta la noche se ruboriza.<br /><br />Ahora que sabes que el poeta revuelve cajones,<br />difunde decadencia, clama al gozo, enturbia el alma,<br />ahora que sabes quién soy cuando estoy cerca,<br />ahora que me sientes...<br /><br />... me echas de tu cama.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-25529023229742335192010-10-08T19:41:00.000+02:002010-10-09T05:08:11.451+02:00La encontré<br>La encontré<br />haciéndose el amor bajo un oleaje de tela.<br /><br />Incluso la osada brisa vacilaba al rozarla<br />por no ser digna de tal sutileza.<br /><br />La encontré<br />con un brillo gris en la mirada.<br /><br />De zafiros y esmeraldas, <br />perlas vertía en vez de lágrimas.<br /><br />La encontré<br />y me invitó a sentarme a su lado.<br /><br />Tuve miedo, no lo niego,<br />pero de sus labios bebí un veneno jamás probado.<br /><br />La encontré<br />entonando un "me quiero" "no me quiero".<br /><br />Deshojando una fría y espinada rosa,<br />llorando a cada sesgo, riendo al mismo tiempo.<br /><br />La encontré<br />y no pidió más que silencio.<br /><br />Consuelo pedí yo,<br />y ahora guárdome en su pecho.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-85476902511735821602010-09-27T17:48:00.000+02:002010-09-27T18:25:48.839+02:00Del latín: Octōber, -bris<br>Hola a todos.<br /><br />¿Brisa o tormenta? Permitidme ser la caricia y no el azote.<br /><br />Seré breve, pues no quiero que huyan los pocos que pasan por aquí. <span style="font-weight: bold;">Las musas han vuelto, aunque ya no sean las mismas.</span><br /><br />Hasta ahora, escribía aquí para desterrar todo tipo de sentimientos que me ardían dentro. Inquietudes, miedos y penas. A veces, aunque no lo parezca, también alegrías. Pero he tratado siempre de ocultar el significado de mis escritos, pues no corresponden aquí mis desahogos.<br /><br />A partir de hoy, mis letras serán por y para la poesía, anhelando ser merecedoras de ese nombre algún día.<br /><br />Por favor, preguntadme todo lo que no entendáis y, si no es mucha molestia, sed críticos. Cuanto más, mejor (un comentario se hace en un minuto). Soy consciente, como todo novicio/aficionado, de lo lejos que estoy de mi objetivo, pero con ayuda acortaré distancias.<br /><br />Gracias.<br /><br /><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold;">..La poesía es como el viento,<br />o como el fuego, o como el mar.<br />Hace vibrar árboles, ropas,<br />abrasa espigas, hojas secas,<br />acuna en su oleaje<br />los objetos que duermen en la playa..."<br /><br />José Hierro<br /></div><br />Fuente: <a href="http://www.amediavoz.com/">www.amediavoz.com</a><br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-54091691820289801092010-08-05T01:02:00.000+02:002010-08-05T12:00:06.585+02:00Orfeo y Eurídice. Se ha roto la lira...<br>Las palabras adolecen de mi falta de inspiración.<br />El céfiro de octubre no llegará al empíreo.<br />El aedo no presenciará las argénteas bodas.<br />La catábasis se acerca.<br /><br />Llegué tarde. Tarde de lágrimas se presentaba.<br /><br />Deambulé durante días. El sol azotaba mi cuerpo y la enfermedad del genio hacía mella en mis tercos cimientos. Un paso, otro más... El muro cayó, era cuestión de tiempo.<br /><br />"Arrodíllate ahora. Ahora o nunca." - dijo una voz dentro de mi cabeza.<br /><br />Luché cuanto pude y avancé algunos pasos más, pero apareció el viento de quebranto. Surgió manando de la secreta nostalgia de la leyenda y fue a parar a mi pecho, frío y afilado como un puñal de hielo.<br /><br />No recuerdo qué pasó entonces. De repente, estaba allí. Había llegado, había encontrado el ignoto rincón donde mueren los héroes y lloran los poetas. <br /><br />- ¡¡Dadme un asiento, que vengo a morir de llanto!!<br /><br /><br /><br /><span style="font-style:italic;"><span style="font-weight:bold;">Las musas se han ido. No sé si volverán. Gracias a todos por visitar el blog.<br /><br />Cerrado por vacaciones...</span><span style="font-weight:bold;"></span></span><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-6969888767581980962010-06-10T13:51:00.001+02:002010-06-25T04:18:37.116+02:00A bove maiori discit arare minor<br>La claridad presenta batalla y mitiga mis ramas, mientras la verdad se refleja en el espejo y sale tarde a pasear con el desencuentro del silencio. Profundos cristales son esos que me ilustran y custodian...<br /><br />La verdad es de un padre. El amor silente, casi pausado, es de su vergonzoso hijo.<br /><br />Mil frases que repetir...<br /><br />Con la calavera ondeando en un barco sin velas ni banderas, deambulo perdiendo batallas y ganando guerras por ti. Hace tiempo que me adentré en el océano, pero no esperes mi regreso en el muelle. Guárdate bien de esta brisa y de las embaucadoras olas que la amparan, pero, sobre todo, no anheles ningún mensaje. No me quedan botellas que de palabras pueda llenar.<br /><br />Tu dogmática mirada y tu manta de enseñanzas son ahora el único consuelo de este capitán maldito, que sobre el timón descansa y en el lecho trabaja.<br /><br />Maldito estoy, pero toda bendicion repudio, pues no es sino mi condena la que me ayudará a gobernar un barco sin velas ni banderas, sin rastro ni rumbo, sin más guía que la calavera que sobre mi alma por siempre ondea.<br /><br />Para que nunca me bendiga,<br />alejaré al monstruo que me acecha,<br />y así pueda yo enviarte<br />mis mensajes sin botella.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-9633902125543156272010-06-09T19:13:00.000+02:002010-06-09T20:30:01.862+02:00El exilio de la tierra.<br>Bajando de la misma noche<br />vienen sus huestes,<br />ruidosas y ciegas,<br />con sus bocas dando muerte.<br /><br />Sus espadas en desorden<br />predicando infaustos momentos,<br />en el alba de las oraciones,<br />a la sombra del tiempo.<br /><br />Mustios y truncados son<br />los recuerdos enlatados<br />que enarbolan cual bandera<br />de sentimientos desterrados.<br /><br />----------------------------<br /><br />¡Yo clamé tu nombre!<br />Y nadie respondió.<br />¡Yo clamé tu nombre!<br />De nada me sirvió.<br /><br />La Salvación de Benedetti, <br />el Albatros de Baudelaire, <br />el Viaje a Ítaca de Cavafy, <br />mi mustia primera vez.<br /><br />Sin talento ni pasión,<br />bajo la oscuridad del día,<br />envuelto en una manta<br />me abrazo a la vigilia.<br /><br />No hallarán nuestras tierras,<br />ni nuestro mar.<br />Vagarán entre presagios<br />y nunca aprenderán a hablar.<br /><br />¡No les permitamos aprender!<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-17275920676552554272010-05-23T04:09:00.000+02:002010-05-23T04:12:08.920+02:00Susurro helado<br>¿Por qué lloras, Perséfone? Déjame narrar los inenarrables motivos que me impiden compartir hoy tu sollozo. Y que la compasión calme tu llanto.<br /><br /><span style="font-style:italic;"><blockquote>Escapé del laberinto y descubrí entonces que me había perdido.<br /><br />Otorgando la mayor sensibilidad a mis letras, abracé al puñado de horas más lentas del mundo y noté cómo mi garganta se desgarraba con cada uno de los gritos que nunca proferí.<br /><br />Acurrucado en mi confusión, decidí soñar. Tuve una alegre pesadilla, aunque no llegué a dormir.<br /><br />Un amanecer desbocado me despertó y, entre las tímidas gotas del rocío que recorría mi mejilla, ella empezó a correr. “¡No te vayas!”<br /><br />Supliqué, como un pobre niño perdido, arrodillado y con mis temblorosas manos intentando tapar mis ojos. <br /><br />No entendí nada, lo vi todo.</blockquote></span><br /><br />Cavilando te llaman poeta,<br />La tinta es polvo,<br />Los ojos son viento, <br />Mi corazón un pozo.<br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-45661359002174404792010-05-23T03:29:00.000+02:002010-05-23T03:30:43.866+02:00Garzón, el magnífico juez irredento.<br>Un grito se abre paso entre una secreta multitud de petulantes bigotes poblada. Un golpe en la mesa, rabiosas lágrimas.<br /><br />La estulticia mana de esotra historia gris, entre fusiles y rojos amaneceres, mientras las heridas nos demuestran que nuestra es la pena y suyo es el lauro.<br /><br />Una palabra muda en notre maison, ninguna historia agradable. ¿Qué te pasa, hijo de los vencidos?<br /><br />De la más postrera esencia de un orgulloso linaje de escombros, nace el dolor de un padre. Un padre callado, frío, anhelante, olvidado. <br /><br />Brindemos por aquellos cuyo último trago lo tomaron suspirando en el relente de una luna compasiva que, avergonzada, mojó sus condenados labios por última vez.<br /><br />No te rindas, irredento, y recuerda que seremos eternos.J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-91640875652787483422010-04-04T01:34:00.000+02:002010-04-04T01:41:39.258+02:00Si Caronte tenía un precio...<br>Tortura para el mortal y<br />fuego para Prometeo.<br />Silencio para el melómano y<br />Alcohol para el abstemio.<br /><br />Un motivo para el cobarde,<br />Un minuto para el poeta,<br />Una vida al escribidor,<br />Para tus ojos perenne trinchera.<br /><br />Cenizas para el reloj,<br />Solución para el desastre,<br />Valor para mi pluma,<br />Orgullo para un padre.<br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-88516404913506749732010-03-18T14:49:00.001+01:002010-03-18T14:50:51.702+01:00Corazón que suda tinta<br>Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere… <br /><br />Flores malditas de cuyos pétalos pende una vida, macabra floresta que mi jardín adorna. ¿De qué os nutriréis si matáis al poeta?<br /><br />Estas heridas me las hicieron muchos besos y pocas frases, entre crujidos de suelo y manos apretadas que guardan nada. Entre tus sábanas y tu pelo.<br /><br />Yo, Mentor de Miserias, escucho el silente susurro de una voz arrugada que sobre mi cara grácilmente se posa, por cadenas lastrado, de marchito amor temporero impregnado.<br /><br />Espoleando sueños para despertar pronto, me hice viento para rozar tu cuerpo. Y ahora, Patrón de las Musarañas, Dueño de Nadie, me muevo perdido entre mis decadentes pasos de cemento.<br /><br />Que me quemen tras mi muerte y esparzan mis cenizas por campos yermos que de mi esencia puedan impregnarse. <br /><br />¡Que alguien me recuerde!<br /><br />* Guarda mis besos, Bav *J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-71537006152601660772010-02-07T20:29:00.001+01:002010-02-07T21:57:22.726+01:00Realmente bella<br>Sexo, cafeína, frío y fantasía. <br /><br />Soy un híbrido por cadenas maniatado. ¡Mírame! Yo no soy ningún héroe, chica, y la única redención que puedo ofrecerte está bajo mi sucia y temblorosa pluma.<br /><br />No me gusta tu grácil caminar, me asusta. Podrías atravesar un mar de cristales sin hacer un solo ruido, pero tengo ojos para verte llegar.<br /><br />Tu vestido, fino y transparente, se mueve danzando al son de los golpes de viento que tu cuerpo acarician. La tersa y morena piel que escondes me deslumbra y me atrae. Aún busco la forma de arrancarte la ropa y abrazarte sin partirte en dos, aunque ni siquiera de ese modo perderías tu insinuante sonrisa, ¿verdad?<br /><br />¡Deja de mirarme! Pero bésame, te lo suplico…<br /><br />Tus mojados y rojos labios provocan el libertinaje de mis latidos, la insubordinación de mi piel, el levantamiento de mis vergüenzas, mis ansias de fundirte en mi cuerpo, de hacerte mía.<br /><br />Y tu mirada… ojos cristalinos y afilados que atraviesan todo mi cuerpo para clavarse en mi alma y elevarla al séptimo cielo. Azotas mis entrañas y me llamas con cada vez más fuerza para ver cómo desfallezco, débil e implorante, ante tus pulidos zapatos de tacón.<br /><br />No me provoques, chica, te lo ruego. Tengo otros planes para mi condenada y corta vida.<br /><br />¡Deja de mirarme! Pero bésame, te lo suplico…J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-77660875935534232492010-01-17T06:53:00.000+01:002010-01-17T06:58:36.169+01:00La obra y el poeta.<meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 11"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 11"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CUsuario%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtml1%5C02%5Cclip_filelist.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Wingdings; panose-1:5 0 0 0 0 0 0 0 0 0; mso-font-charset:2; mso-generic-font-family:auto; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 268435456 0 0 -2147483648 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} /* List Definitions */ @list l0 {mso-list-id:1709798366; mso-list-type:hybrid; mso-list-template-ids:2134140582 2089964688 201981955 201981957 201981953 201981955 201981957 201981953 201981955 201981957;} @list l0:level1 {mso-level-start-at:0; mso-level-number-format:bullet; mso-level-text:-; mso-level-tab-stop:36.0pt; mso-level-number-position:left; text-indent:-18.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} ol {margin-bottom:0cm;} ul {margin-bottom:0cm;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal"><br />No tiene boca, pero sueña con el más dulce de los besos. Un susurro, una caricia tal vez.</p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p>
<br /></o:p></p> <p class="MsoNormal">Su sangre vibra al roce de su piel, al son de sus tercos latidos, en frágil y caótica armonía. </p> <p class="MsoNormal"><o:p>
<br /></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">Es un cuerpo de mujer, la víspera del desencuentro en la letanía de sus elegantes y sugerentes pasos de papel. </p> <p class="MsoNormal"><o:p>
<br /></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style=";font-family:";font-size:7pt;" > </span></span><!--[endif]-->“Ahora sueña. ¿Sabes con quién?</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style=";font-family:";font-size:7pt;" > </span></span><!--[endif]-->“No podría saberlo”</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style=";font-family:";font-size:7pt;" > </span></span><!--[endif]-->“Sueña contigo. Dime, ¿qué sería de ti si dejara de soñar?”…..</p> <p class="MsoNormal"><o:p>
<br /></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">…..Y con las sombras que toma por ropajes, teje al mismo tiempo la cautividad de un infausto sentimiento que vuelve para cantar y poder así disimular los bostezos más amargos.</p> <p class="MsoNormal"><o:p>
<br /></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">“Abrázame y toma mi cuerpo impuro, abrázame tan fuerte que sólo seamos uno”</p> J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3388697853170114114.post-84152242742284481002009-11-16T02:45:00.000+01:002009-11-16T03:02:42.750+01:00Quid pro quo<br>Y aquí vengo de nuevo, llorando como un niño, a tiritar bajo vuestro infinito perdón. <br /><br />Dulces e incansables luchadores que afrontáis el destino que un día a sabiendas sellasteis, alojadme en vuestro pecho una vez más y dejad que os pague con el reconocimiento de mi terca ignorancia, de mi necia rebeldía, de mi vano intento de espolear a un viento tan lejano y tan lleno de vanas ilusiones.<br /><br />Mentiría si dijese que jamás podré devolver tanto regalo, pues en mis manos está hacerlo. <br /><br />Mi nombre llenará vuestras bocas y vuestros ojos siempre mirarán al cielo, pues la vida entera os debo.<br /><br />No olvidéis que me jurasteis un abrazo eterno,<br />no olvidéis que soy carne de vuestras carnes,<br />no olvidéis la sangre que por mis venas corre.<br />Por favor, no olvidéis vuestro sino de seguir siendo mis padres.<br /><br>J. C. Cácereshttp://www.blogger.com/profile/05100608000780880578noreply@blogger.com3