domingo, 22 de mayo de 2011

En la plaza está mi amor. Y ahora...


Malos tiempos corren... por la comisura de tus labios.

Se deslizan por tu boca inerme,
por el timón de tu garganta,
el manantial de tu risa,
respiradero de mi alma.

¡Calla y bésame!
Celoso estoy de ese viento
que te toca y te azota.
Mejor no calles, pero ¡bésame!

No pido tu amor,
no tiene sitio en mí
ni en este agreste corazón.
Quiero calma, quiero gritos,
un refugio de enterpierna,
locura, dulce desmesura.

Quiero un mayo rojo pasión.

___________________________________________

Lo diré de otro modo.

Quiero juventud que sangre.
Guerrilla urbana sin armas,
sólo gargantas.
Gargantas de hierro,
almas que canten,
manos cerradas que
agarran nada, ¡pero alzadas!

No amenazan, sino claman
la esencia que, por otros,
antaño fue robada.

Ya cambiamos el tintineo
de las monedas
por silenciosos bolsillos de chaqueta.

Ya callamos el dolor
y lo disimulamos
con canciones y bostezos.

Ya enviamos nuestra dignidad
en una botella vacía,
a través del inmenso mar.

Ya probamos
el sabor de las lágrimas
y su húmeda caricia.

Pero ahora...
Ahora no callamos.
Ahora sangramos.
Ahora clamamos.
Ahora pedimos lo que es nuestro.
Ahora somos revolución.
Ahora somos justicia.
Ahora somos la voz quebrada.
Ahora es cuando lo queremos, y
ahora es cuando lo haremos.

Ahora, hijos de los vencidos,
es cuando cambiamos nuestra historia.