martes, 22 de febrero de 2011

Anoche probé...


Tu cuerpo,
Tu cálido abrazo, mi falta de calma,
Firmes tus pechos, mis manos ávidas,
Sin límites, casi infinita, la cama.

Tu boca se acercó a mis labios,
Entre alientos flotaron nuestros rezos.
Recogiste con tu frente mi reclamo
Y me consolaste con un beso.

Onírica noche de consuelos.
Maldito albor inoportuno.
Tu níveo cuerpo aún flota en mi mente,
Tu libertino aroma aún ronda este aire oscuro.

No recuerdo si logré tenerte,
Si pude tocarte, ojalá amarte.
Pero te sentí. Dentro, fuera,
Espléndida, rotunda en mi desastre.

Pálidas estrellas me vigilan
Cuando de la luz me quiero esconder.
Trescientas palomas enloquecen,
Tercas, al ver volar mi Ser.

____________________________________

Me salva de mí cuando aparece,
Nublado y serio, rápido y voraz.
Me salva de todo cuando me ve
Transitando el turbio pedregal.

1 comentario:

  1. Así yo tampoco querría que me "salvara" el despertador!
    Préstame uno de esos sueños

    ResponderEliminar